miércoles, 14 de octubre de 2009

Te rodeaba con mis brazos...

Te rodeaba con mis brazos
y mis labios iban a ti pidiendo besos,
pero tú les contestaste
con caricias sin deseos.

Monotonía de un amor
luciendo ausencia con las manos
que entrelazadas dibujaban
la verdad sin alma en un armario.

Al final, tiempo y alcohol hablaron,
me escupieron de reojo
con tu boca mis temores,
los tormentos que hoy añoro.

Y a pesar del daño que me hiciste,
del llanto que emanó de mis entrañas,
si aprendieras a quererme,
iría contigo a caminar bajo la nada.

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