lunes, 10 de mayo de 2010

Sus poemas

A veces leo los poemas que ella escribía,
y sonrío tímidamente pensando que pensaba en mí.
Entonces recuerdo esos silencios intensos,
esos corazones que se amaban y tenían miedo.

Ya se fue su cuerpo, ya no hablamos,
pero mi alma aún la echa de menos.
Mis poemas felices son engaños,
los amores que expreso, mis besos, son engaños.

Confieso no saber olvidar, dudar,
confieso que me cuesta confesarme.
Espero que nadie lea este poema manchado de llanto,
y ahora con mis lágrimas de amigas, voy a masturbarme.