miércoles, 28 de septiembre de 2011

Y os podéis ir yendo a la mierda.

La realidad me ha pegado una patada.
Me despierta de este sueño,
juega conmigo,
lo más cojonudo es que me dejo.
Pero, ahora, cansado de sufrir,
he decidido cambiar un poco,
me pongo cachondo en bares gays
y hace casi un día que no lloro.
Suicidarse,
cobardes, hijos de puta,
salvo tú, Félix,
tú tuviste dos cojones.
¿Y a qué vienes esto?
Pues a que no puedo conmigo,
ni con el hombre del espejo,
ni tan siquiera puedo olvidarme del olvido.