lunes, 29 de marzo de 2010

Árbol del tiempo

Aparta las telas de la alegría
y torna tus ojos al árbol del tiempo,
deshojado, ingrávido, triste,
marcado por los años que le quedan.

En sus ramajes desnudos arrópate y siente
como se camuflan los segundos,
que en bolas de navidad adornan
la locura y el desasosiego.

No lo tales, ni lo intentes,
porque lejos, con sus hojas,
se convierte en deseo el frío
y en virtudes las macetas.

jueves, 18 de marzo de 2010

Una noche más

La noche se estremecía feroz,
los búhos se escondían por el miedo,
y yo, desafiante, salí a caminar despacio
mientras la sombra me abrazaba como una ramera.

Un mendigo, o un soñador sin techo
vino hacia mí, sonriendo, sin ojos que reflejen la luna.
Un euro, una moneda de un euro
dijo mientras cantaban los grillos del asfalto.

Busqué en mis bolsillos, nada había,
simplemente soledades de pelusa.
Miré su cara y negué con la cabeza,
agaché la vista y vi su mano.

Sostenía una moneda con la cara del rey,
con mis dedos acaricié su áspera piel y guardé el tesoro,
se marchó tarareando una canción triste,
esa canción que canta el alma mientras la boca sólo es un altavoz.

domingo, 7 de marzo de 2010

A veces..

A veces al mundo le apetece sonreírte,
te da todos sus placeres en un papel arrugado
y te dice: disfruta, es tu momento,
te doy felicidad aunque no la hayas ganado.
Entonces tú, amargado por las dudas
lo coges, lo guardas y lo exprimes,
aprovechas hasta el último detalle que hay en el papel,
y estás contento, crees ser libre.
Pero a veces te da ese obsequio y te advierte:
está envenenado, tú decides si lo coges.
Entonces te da miedo, lo rechazas
y sigues tu vida normal, sin emociones.
A mi me lo ofreció y le respondí
quédate tus placeres y tus sonrisas,
dame el veneno que nadie te acepta
que quiero recordar lo que es la vida.