domingo, 13 de junio de 2010

Delaración particualr de ira.

Ya me cansa todo.

Busco y no encuentro una cura a mis dolores de alma.

Voy rompiendo paredes con mis sueños
y arrastrándome como un mendigo a recoger
los excrementos de mi corazón.
Naufrago cada día en un mar de saliva diferente,
en un océano de placer sin frontera
que se ensucia con el exceso y las tempestades de absenta.

Ya me cansa todo.

Sigo, como en cada vida que he tenido,
acurrucado en unas manos generosas,
en una órbita de legumbres que aborrece
un hijo único a los dos años.

Mis venas no guardan sangre, guardan mi locura
encerrada en viaductos amarillos como el plasma, y a veces,
sólo a veces,
guardan una sonrisa de una chica extrovertida
o de un chico reservado.
Me he meado encima tantas veces que ya no me limpio,
ni lo intento.

Ahora me dedico a susurrarle al viento
que no soporto como azota a los inocentes árboles
que simplemente quieren dormir la siesta.

Creo que ya es hora de que me vaya,
de que termine con todo de la forma más sencilla posible y de que,
sumergido entre tus dientes,
me esconda para que no me vean nunca más sufrir
por el olor de las macetas.

Ya me cansa todo.