lunes, 31 de agosto de 2009

Siempre se repite.

Sentí furia enamorada,
callos en mi alma de abrazarla
y notarla sin sonar los besos,
fue hermoso creer que me amaba.

Poco a poco el tiempo,
parado en un reloj roto,
le dio la razón al viento
que sopló mi amor devoto.

Sufrí, lloré, es cierto,
y no me avergüenzo del llanto
aunque me esconda y gima en silencio,
por su pelo, su mirada, por sus manos.

La quise, es más, aún la quiero,
pero mientras ella marcha,
en mi humilde corazón, de nuevo
vuelve a azotar, Cupido,
flechas con punta ardiendo.

Volverá a ocurrir lo mismo,
estoy seguro, será bello,
pero al final, pastorcillo sin ovejas,
querré sentir que no la siento.

viernes, 28 de agosto de 2009

Fiel amigo

Versos fluidos de mis manos
llenan papeles, tema rutina
el del señor Amor y doña Locura
confabulados, clavando espinas.

Rota la monotonía
de poemas de mi vida,
te escribo a ti, mi fiel amigo,
cuando muere y nace el día.

Recuerdo los viva España
en un patio de colegio,
la reacción en mi cara
siempre era de tormento.

Pero al final algo une,
algo duro, algo que mata,
relación que hoy por hoy
resiste balas de plata.

Conversaciones sin sentido...

Conversaciones sin sentido,
horas hablando de que no hablamos,
y entre los llantos, risas, gemidos,
dos versos se ahogaron.

Sé que tu me quieres,
sabes que yo te amo,
simpleza, unir lo que sientes,
difícil juntar los labios.

miércoles, 26 de agosto de 2009

En cambio ella...

Demuestra pasión,
calor sin raciocinio,
la cara dulce del amor,
pero será mi olvido.

En cambio ella,
tímida viajera sin andén,
grano de arena, futura perla,
va firmando llanto hondo en mi piel.

lunes, 24 de agosto de 2009

Por el sabor de tu boca

Toda mi vida,
con sus altibajos, sus historias,
sus penas, sus alegrías,
sus canciones de la gloria,
emociones y tranvías,
llantos en las rotondas,
risas, ahora dormidas
amores en una noria,
todo ello lo daría
por el sabor de tu boca.

viernes, 21 de agosto de 2009

Granizó sobre el tejado de mi alma...

Granizó sobre el tejado de mi alma
tu incansable dulzura mal tenida,
y el fuego de la chimenea en mi cabaña
aún no quema tu tormenta en mi saliva.

Creo que tan sólo una forjada espada
podrá arrancar de cuajo, ayer, tu espina,
pero sé, que si eso pasa,
se ensanchará aún más mi herida.

Por ello quiero que un clavo surgido de las llamas
entre en mi corazón con letanía,
¿para qué? para quitar tu cara
del espejo al que me miro cada día.

domingo, 2 de agosto de 2009

Siguen sus ojos, no su mirada

Siguen sus ojos, no su mirada,
sigue su boca, no su sonrisa,
las mismas manos, distintos gestos,
está su cuerpo mas no es la misma.

A ti, musa de un poeta que no escribe,
a ti te lo pregunto,
por qué cambió su vida,
y por qué por ella aún sufro.

Sólo lloro ante un folio,
cuento mis penas a un papel quemado,
necesito amar a otra,
y olvidar lo que es el llanto.