No hablé con ella,
pero me lo dijeron todo sus pupilas
resplandecientes cual estrella
a la que los enamorados miran.
lloré a solas en la oscuridad
pensé que no volvería a ver
sus hermosos ojos color miel.
o el mal aventurado destino
quien me hizo volverla a encontrar,
para, de nuevo, verla marchar.
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