jueves, 9 de octubre de 2008

Mi muerte

Recuero mi muerte, fue algo hermoso,
yo estaba sentado, mirando por mi ventana perezoso,
en ese momento, de la calle vacía
un figura venía
hacia mi guarida.

Clavé mi pupila en la suya,
sus vidriosos ojos dejaban a entre ver mil llantos,
evidente era su amargura,
evidente era su espanto.

Busqué sus ojos en todos los cuerpos,
no logré hallarlos.
Tan sólo su recuerdo
poco a poco me ha matado.

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