Recuerdo una mañana nevada de verano
en que el cartero llamó tres veces y no dos,
fugaz, abrí la puerta con mi fría mano
y me entregó una carta con tu olor.
Rompí el sobre esperando
leer una frase de perdón
por los incesables llantos
que por ti desprendo yo.
En el infinito folio blanco
reflejabas tu dolor.
En el infinito folio blanco
me preguntabas que qué es el amor.
Una carta te escribí en el acto,
preguntándote que qué es el sol.
Tu respuesta tardó cien años,
me respondiste que es una gran estufa de calor.
Amiga mía, yo no te engaño
si te digo que el sol es amor.
1 comentario:
Seguro q llamo 3 veces?... a lo mejor es q oiste mal... o contaste uno demas... no se puede romper un mito asi...!
jajajja
es broma, la verdad es q tan wapos los poemitas...
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lo siento tengo q aprovechar apra hacer publicidad q ta la cosita mu mala.
un saludito tio.
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